La carne de pavo, la carne blanca más ligera
Como seguro sabrás, podemos clasificar las carnes en rojas o blancas. Estos alimentos y sus derivados, tienen en común, así como el pescado y los huevos, su riqueza en proteínas de alto valor biológico, es decir, nuestro organismo las puede aprovechar muy bien. Por otro lado, tienen diferencias, a priori, su color, más intenso en las rojas… ¿Pero que otras singularidades les caracterizan? Te lo explicamos a continuación.
Como te decíamos, su característica común es su riqueza en proteínas de alto valor biológico, es decir, están compuestas de aminoácidos esenciales, esos que sólo nos puede proporcionar nuestra alimentación y que no podemos “fabricar”, de aquí la importancia de seguir una alimentación variada y equilibrada, o sea: comer de todo en su justa medida ;-)) También contienen vitaminas y minerales cómo la Vitamina B12, hierro, potasio, fósforo y zinc… importantes para múltiples funciones del organismo.
Las carnes rojas se diferencian, a priori, de las blancas por el color de su carne, más oscura debido al contenido en mioglobina, un pigmento de color rojo que contiene hierro y se encuentra en las fibras musculares. Son carne roja la ternera, el cerdo, el cordero o el caballo… Por otro lado, las carnes blancas, de un color más suave y de diferentes características nutricionales son el conejo, el pollo, el pavo y sus derivados como el pavo cocido Bonnatur de Argal … pueden incluir también algunas partes magras de otros animales como el lomo o el solomillo del cerdo o el jamón cocido Bonnatur de Argal.
Entonces y en términos nutricionales, la mejor clasificación es por su contenido en grasa, diferenciando así entre carnes “magras” de las “grasas”, que es lo que en realidad, nos marcará su frecuencia de consumo. De esta manera, las carnes blancas o magras (quitando siempre la piel de las aves y la grasa visible) se caracterizan por su escaso aporte graso, alrededor de un 3 %; mientras que las rojas o grasas varían del 12 al 20 % de contenido graso. Así, las recomendaciones apuntan a tomar carnes blancas de 3 a 4 veces por semana, y dejar las rojas para 1 día a la semana.
En concreto, el pavo reúne estos beneficios, de alto contenido proteico, siendo una de las carnes más pobres en grasa y colesterol, de moderado contenido calórico, es de fácil digestión por su bajo contenido en colágeno y destaca asimismo por su contenido en potasio, magnesio y vitamina B3. Además en la cocina tiene una gran textura y es una carne muy versátil, apta para todos los públicos y para todo tipo de preparaciones ¿Has probado ya el nuevo jamón de pavo curado de Argal? ¡Te sorprenderá!
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