EL GLUTEN Y OTROS ALÉRGENOS… ¿QUÉ SON? Y ¿EN QUÉ ALIMENTOS SE ENCUENTRAN?

Quinoa (Sin Gluten)[/caption]

Hoy por hoy es frecuente conocer a personas alérgicas o intolerantes a determinados alimentos… Es importante hablar con propiedad y saber diferenciar si nuestro amigo o familiar… es, por ejemplo,  “intolerante a la lactosa” o “alérgico a la proteína de leche de vaca”… pues aunque puede parecer semejante, son dos cosas muy muy diferentes, aunque algunas veces puedan confundirse.

Para explicarlo de manera muy sencilla, decimos que en una alergia se implica el sistema inmune, de manera que, en algunas personas, este no reconoce como “sano u inocuo” al nutriente en cuestión, aunque sea en ínfima cantidad, y se desencadenan seguidamente los síntomas, que pueden ser de diferentes grados y afectar a distintos órganos, cómo urticaria en la piel, inflamación de la lengua o de las vías respiratorias… pudiéndose desarrollar un cuadro clínico grave.

Por el contrario, en el caso de la intolerancia, es el sistema digestivo, de las personas sensibles, el que no acepta el nutriente en cuestión, produciendo síntomas gastrointestinales como diarrea, hinchazón abdominal, vómitos… Y a diferencia de la alergia en la que una ínfima cantidad puede desarrollar síntomas, en el caso de la intolerancia son necesarias cantidades mayores.

Se han descrito más de 120 alimentos que causan alergia en las personas sensibles, para las demás son nutrientes perfectamente tolerados, pero las causas más habituales y frecuentes son a frutos secos (altramuces, cacahuetes, nueces…), dióxido de azufre, huevos, leche de vaca,  pescado (y crustáceos, marisco, moluscos…),  semillas (de sésamo, de girasol, de algodón, de amapola y la semilla de mostaza), la soja, el apio y los cereales con gluten ¡que necesitan un capítulo para ellos! Pincha aquí para saber más.

En el caso de las intolerancias, las más frecuentes son a la lactosa (el azúcar de la leche), a la fructosa (el azúcar de la fruta) y a la histamina (se encuentra en productos procesos de fermentación y ahumados de algunos quesos, verduras y pescados)…

El tratamiento más eficaz es eliminar de la dieta los alérgenos en cuestión. Aunque a “priori” puede parecer una tarea fácil, debemos tener en cuenta que hay muchos alimentos procesados que pueden tener determinados ingredientes como aditivos, coadyuvantes… derivados de los primeros que podrían desencadenar la enfermedad, así que es muy importante leer detenidamente las etiquetas de los alimentos para poder detectar estas sustancias.  Así como vigilar mucho en la manipulación de estos alimentos pues puede ser fácil una contaminación cruzada con las manos, con los utensilios…con los que preparamos los alimentos.

De aquí que en diciembre de 2014 entró en vigor una ley que obliga a que en todas las etiquetas de los alimentos aparezcan señalizados los alérgenos que puedan contener. De este modo, en todos los productos que compres en el supermercado podrás encontrar esta información destacada en el texto, ya sea en negrita o en cursiva… verás que puede poner por ejemplo:puede contener trazas de…” o “contiene…” o “elaborado en una industria dónde también se elabora…”.

En Argal, con el compromiso por la salud de las personas, hace ya tiempo que se facilita la identificación de éstos en las etiquetas. Además, puedes encontrar toda esta información en nuestra página web, en donde podrás señalar todos aquellos componentes de los alimentos que no puedes tomar e inmediatamente te indicará aquellos producto libres de estas sustancias o productos “Sin”.