22/11/2021
En nuestra sección de “Gente que ama lo que hace” nos gusta encontrar ejemplos variados de personas que han apostado por sus sueños y han conseguido trabajar en ellos. Y hoy traemos a un claro ejemplo de cómo con una buena dosis de pasión y perseverancia este tipo de metas se pueden conseguir. Se trata de Frank Diamond, un fotógrafo artístico que, pese a su juventud, nos muestra que caminando hacia lo que a uno le apasiona y dirigirse hacia lo que a uno se le da bien, se puede realmente llegar a las metas propuestas.
Aunque te contaré a partir de estas líneas su historia como artista, puedes conocer aún más detalles de su trayectoria y obra en esta entrevista para Moove Magazine.
La historia de Frank es la de un descubrimiento fortuito: su pasión por la fotografía se despertó cuando con tan sólo 17 años comenzó a hacer de modelo fotográfico para una amiga. Ella sabía mucho acerca de la edición de imágenes y él pronto comenzó a fijarse en los detalles más allá de la propia escena, como los colores, las texturas… lo que le motivó para posar también para fotógrafos que tenían otros estilos y técnicas.
A los 21 años comenzó a trabajar con la cámara y aquí, su inquietud previa por otras artes como el dibujo y la pintura hicieron el resto. En este punto su creatividad ya volaba y representaba desde criaturas mitológicas hasta paisajes. Tras ello, pasó a la moda y no tardó en destacar por su originalidad y habilidad para editar las fotografías con Photoshop, que combinado con sus encuadres, composiciones y temáticas hacían de su obra algo único.
Su trabajo desde entonces se ha centrado cada vez más en las metáforas, conceptos y representaciones en tono bucólico, misterioso incluso oscuro, del trasfondo de muchas situaciones del mundo actual y de la verdadera naturaleza del ser humano.
Todo ello con la mujer como protagonista mayoritaria de sus obras, ya que con esta imagen femenina siente que su estética se completa, jugando con el cabello, maquillaje, vestidos de época y poses expresivas que son las que mejor representan el sentimiento que necesita trasladar al espectador.
Su obra se ha expuesto en Sevilla, Tarragona, Lleida, incluso más allá de nuestras fronteras como en Mumbai y Arabia Saudí. También publicó un libro llamado “Instint” en 2017 en el que representaba de alguna forma el gusto por las criaturas mitológicas de su infancia a través del lenguaje fotográfico.
Con la fotografía “La verdad que no se puede mirar” en la que aparece una niña con un oso de peluche y dos personas enmarcadas, Frank alcanzó el punto de inflexión en su carrera: Fue una imagen en la que participó un equipo de 10 personas y donde el autor se implicó a fondo con apuntes de la ejecución de la obra, el vestuario, atrezzo, significado… Supuso su maduración como artista y tuvo gran repercusión en redes. Se trata de una fotografía que engloba todo: habla del miedo, la vulnerabilidad, el misterio, la muerte, la inseguridad y la inocencia, conceptos latentes en toda su obra.
Ahora Frank Diamond se encuentra en nuevos proyectos. Con algunos de ellos lleva un par de años, pero va publicando pequeñas pinceladas, como es el caso de “Mutants”, imágenes en blanco y negro muy crudas, con mucha carga emocional en las que aparecen personas con malformaciones. Es un proyecto inspirado en la peste negra, en la que se pone de manifiesto cómo en la sociedad en la que vivimos se discrimina a algunas personas por su mero aspecto físico. Con esta serie pretende sacar un libro de aquí al próximo año.
El otro proyecto en el que se encuentra trabajando es “Aqua”: fotografías acuáticas en la que la expresión corporal femenina se representa bajo el agua. Hay una parte de texto que acompaña a las imágenes y son poesías que toman referencias pictóricas renacentistas.
Últimamente ha terminado “Pecados Capitales” un trabajo que se compone de 9 fotografías, portada y 8 pecados capitales que representan las bajezas de los seres humanos, ya que son los errores precisamente los que nos hacen más humanos si cabe. Se muestra constantemente la dualidad entre el bien y el mal, algo con lo que Diamond se siente especialmente identificado, pues él se siente de extremos.
Sin duda estamos ante un fotógrafo que a todas luces seguirá impactando con su obra, ya que su calidad y constante creación nos irán sorprendiendo de aquí en adelante. Mientras, disfrutaremos de las imágenes que ya ha realizado y esperamos con ganas sus próximos proyectos que, seguro, nos darán mucho en qué pensar.