17/12/2022
Llega la navidad y, con ella, las comilonas con familia, amigos, compañeros de trabajo… Un sinfín de eventos alrededor de la mesa, con cantidades ingentes de comida, preparaciones más calóricas de lo que estamos acostumbrados durante el resto del año, alcohol, dulces típicos…
Para muchas personas que están empezando a cuidar su alimentación o mejorar sus hábitos, son fechas que generan cierta inquietud por el miedo a perder sus progresos o retroceder en sus objetivos.
Es normal tener estos sentimientos y miedos cuando llevamos un tiempo haciendo un esfuerzo por mejorar nuestros hábitos, tarea que no es sencilla ya de por sí en un contexto controlado como es nuestro día a día rutinario.
No obstante, debemos mantener la mente fría y reflexionar sobre lo que realmente suponen dichas comidas navideñas. Son una minoría de comidas con respecto a todas las que hacemos durante este mes, por lo que no deberíamos poner todo nuestro foco en ellas.
Aquí van algunos consejos para afrontarlas de la mejor manera posible:
Durante todo el mes:
– Mantén tus buenos hábitos y buenas elecciones durante el resto de comidas que, como ya hemos dicho, son la gran mayoría.
– Mantente en activo todo lo posible, no abandones por completo tu rutina durante estas fechas. Incluso si tienes vacaciones, aprovecha el tiempo libre para moverte más.
– En tus comidas habituales, prioriza más si cabe la ingesta de alimentos proteicos y vegetales. Ambos te ayudarán a sentirte saciado.
Durante las comidas navideñas:
– Come despacio, mastica bien y sé consciente del acto de comer. No comas con el piloto automático.
– En lugar de comer del centro de la mesa, sirve en tu plato la cantidad que creas que vas a comer de cada uno de los platos que quieras probar. Come de tu plato, con calma, soltando el cubierto tras cada bocado y saboreando las distintas elaboraciones. Esto te hará ser consciente de las cantidades y no comer hasta sentirte mal tanto física como emocionalmente..
– No bebas alcohol o reduce la ingesta. El alcohol, además de ser un tóxico que no es bueno para tu salud, provoca desinhibición y pérdida de control que puede provocar que no tomes las decisiones que te gustaría.
– Si eres la persona encargada de decidir el menú, intenta que haya platos ricos en proteína como carnes, pescados, mariscos, acompañados de vegetales en forma de ensaladas tibias, cremas, parrilladas o asados. Evita incluir fritos, grasas de mala calidad o exceso de harinas refinadas.
Y, el mejor consejo, ¡disfruta de las fiestas! Disfruta de la compañía, de los dulces típicos que sólo comemos 4 días al año, de las reuniones de amigos, del cariño con el que tu madre o tu abuela te han preparado sus mejores platos.