¿Para llevar un estilo de vida saludable es necesario renunciar a nuestra vida social y llevar una alimentación estricta?

Por suerte no es así y tampoco es lo recomendable. Debemos ser conscientes de que no necesitamos la perfección, la mayor parte de nuestra alimentación debe ser saludable (en un 80-90%), pero podemos ser más flexibles con el restante 10-20%. Una buena idea sería reservar esa parte de flexibilidad para las ocasiones que seguro van a surgir fuera de casa.

Progresar en nuestro estilo de vida saludable también consiste en tomar de vez en cuando algo no tan “adecuado”, simplemente porque nos ha surgido, y no tener sentimiento de culpa de ningún tipo, siendo conscientes de que representa una pequeña fracción de nuestra alimentación total.

Piensa que comer fuera de casa 2 veces a la semana, por ejemplo, salir a cenar un viernes con los amigos y comer el domingo con la familia, sólo representaría el 14% de las comidas principales que hacemos a la semana.

Pero comer fuera de casa o pedir a domicilio no debe convertirse en una excusa para escoger la peor comida, la menos saludable y caer en excesos. Siempre podemos seguir unos sencillos consejos para disfrutar de nuestro 10%-20% de flexibilidad con cabeza:

Intenta que los platos que pidas se parezcan a los que sueles hacer en casa. Guíate por:

1. La calidad de los alimentos que componen el plato:
Cambia la pizza de una cadena de comida rápida por una pizza de un buen restaurante, cambia una ración de patatas fritas por una de patatas asadas.

2. Las proporciones de un plato equilibrado (medio plato de verduras, un cuarto con alimentos ricos en carbohidratos y un cuarto con alimentos ricos en proteínas): En lugar de tomarnos una pizza entera sin más, pide media pizza y acompaña con una buena ración de ensalada. Así nos acercamos más a un plato equilibrado.

3. Las cantidades: Aunque esto pueda parecer más difícil, el simple hecho de haber cumplido con los 2 pasos anteriores te ayudará a saciarte y a cumplir con este punto.

Mantén tu patrón normal de comidas.

No hagas grandes cambios en tus horarios, número de comidas y cantidades pensando en lo mucho que vas a comer más tarde o en un intento de compensar lo que ya has comido.

No abusar de entrantes ni aperitivos en eventos

Si acudes a un evento con muchos platos de comida, como podría ser una boda o navidad, no abuses de los entrantes o aperitivos y resérvate en la medida de lo posible para los platos principales, ya que suelen ser pescado, carne, marisco… que es mucho más saciante.

La mejor bebida siempre será el agua.

Incluso puedes hacerla más exótica usando agua con gas, hierbabuena, hielo y rodajas de limón (visualmente parece un gin tonic). También sería una estupenda opción el uso de tés, cafés, infusiones…

Para consumo ocasional podemos hacer uso de refrescos sin azúcar, cerveza sin alcohol o zumos sin azúcar añadido. Mientras que su versión con azúcar o con alcohol serían peores opciones.

Si tomamos alcohol en alguna ocasión especial, una buena estrategia es tener dos copas: una para el agua y otra para la bebida alcohólica. Así, cada vez que tengamos sed no estaremos obligados a beber alcohol y podemos reservar la copa con alcohol para momentos concretos como un brindis.