


30/07/2021
Las enzimas son sustancias que están en todo nuestro cuerpo ayudando a que una materia compleja o entera se transforme en otra más pequeña y simple. Son catalizadores que aceleran muchas reacciones químicas en nuestros órganos y tejidos y por eso las producimos nosotros.
Las enzimas digestivas son proteínas vertidas con los jugos digestivos, que ayudan en la digestión, ya que los alimentos han de ser triturados y digeridos antes de ser absorbidos por las vellosidades intestinales y pasar a la sangre para su distribución por todos los tejidos corporales.
Es por tanto la digestión, el proceso de degradación de los alimentos que los convierte en partículas mucho más asimilables.
La digestión se produce en tres lugares del tubo digestivo, concretamente: en boca, estómago y duodeno. Y consta de una parte mecánica y otra química.
La parte mecánica es la masticación e insalivación formando un bolo en la boca, y también es el posterior mezclado y batido que se produce en el estómago. Por eso es tan importante la masticación lenta y concienzuda de los alimentos en lugar de tragarlos enteros.
La parte química corresponde a los jugos digestivos que actúan mejor cuando la comida ha sido bien masticada. Y estos jugos digestivos contienen productos químicos como las enzimas, los ácidos y otros factores.
En la saliva nos encontramos con la primera enzima digestiva: la ptialina o amilasa salival que está encargada de empezar a digerir el almidón de los alimentos como la pasta, el arroz, patatas, legumbres y vegetales. Así el almidón se convierte en tres azúcares sencillos: glucosa, maltosa y dextrina.
En el estómago se digieren fundamentalmente las proteínas de la carne, pescado y huevos. Y para ello en el jugo gástrico, además de ácido clorhídrico, se encuentran varias enzimas: pepsina, renina, amilasa y lipasa gástricas. También la gastrina.
Y cuando esa papilla llamada quimo, pasa a duodeno ahí recibe el jugo pancreático y la bilis. Esta última es para emulsionar las grasas de la dieta y el jugo pancreático contiene amilasa y lipasa pancreáticas además de otras muchas enzimas como tripsina, quimotripsina y elastasa para digerir carbohidratos, grasas y proteínas de la dieta.
Y en el resto de intestino continua la formación de algunas enzimas como la lactasa, maltasa, etc., según la alimentación que hagamos y el estado de nuestra flora y sistema digestivo.
● Distensión abdominal
● Gases, eructos frecuentes
● Regurgitaciones y ardor de estómago
● Digestiones lentas y pesadas
● Heces pálidas que flotan
● Alimentos sin digerir en las heces
● Trastornos digestivos en general tipo intolerancias
En estos casos las recomendaciones son:
Las enzimas se encuentran en alimentos vivos, fermentados o crudos, porque no resisten las altas temperaturas. Y junto con los probióticos contribuyen a mejorar la salud digestiva y a dificultar el envejecimiento.