Ramón de Cangas

Autosabotaje en los cambios, ¿por qué nos cuestan?

Ramón de Cangas

Autosabotaje en los cambios, ¿por qué nos cuestan?

16/05/2022

Cuando nos decidimos a iniciar un cambio de alimentación para optimizar nuestra salud y calidad de vida, sentimos una oleada de ilusión y ganas que se traduce en motivación para emprenderlo. Sucede porque nuestro cerebro “está enamorado” del objetivo. Es parecido a lo que experimentamos en las primeras fases del enamoramiento en relaciones, donde la nueva situación es maravillosa y nos sentimos capaces de todo. El cerebro genera un cóctel fantástico de sustancias bioquímicas facilitando el primer impulso.

Entonces, ¿por qué el autosabotaje?

En primer lugar, tenemos una idea idílica de lo que supone un cambio. A priori, parece que a todo el mundo le gustan los cambios… Sin embargo, en la época actual “de la inmediatez y de la satisfacción instantánea”, nos olvidamos de que el cambio supone una incomodidad y, además, requiere constancia y sana disciplina para integrarlo. Es por ello que “la fuerza de voluntad” no puede ser considerada como la súper heroína en nuestros procesos de mejora…

El cambio debe ser sustentable y sostenible en el tiempo, ¡ojo que sustentable y sostenible son dos cosas distintas…! Sustentable para que nos permita enamorarnos del proceso de incomodidad, el cual sigue al deseo inicial de cuidarnos y mejorar nuestra alimentación. Debemos estar concienciados de los beneficios que “comer bien” traerá a nuestra vida. Para ello, propongo “enamorarnos” del objetivo durante todo el proceso, entender y visualizar detalladamente en qué es positiva la nueva alimentación.

¿Para qué deseamos realmente mejorar la alimentación? Para responder propongo enumerar los beneficios, describirlos e identificar las necesidades que satisface el cambio. Además, animo a visualizarnos a nosotros mismos teniendo éxito en ello.

Todo esto es crucial para que el nuevo hábito sea sostenible en el tiempo. La motivación nace y se mantiene porque el objetivo cuida de nosotros en el proceso, aunque sea incómodo habituarse a él al principio.

Algo muy común a la hora de auto-sabotearse es procrastinar, es decir, dejarlo para después, posponerlo hasta que se de la situación ideal porque nunca es buen momento.

Eso sí, los cambios de uno en uno porque suponen un gasto extra de energía para el cerebro. Pasito a pasito, con constancia y equilibrio, es como tendremos éxito. Resulta poco recomendable iniciar el cambio nutricional a la vez que empezamos un entrenamiento nuevo, por ejemplo. ¡Seamos ecológicos con nuestra energía!

¿Por qué nos cuesta tanto?

Hay muchos factores, pero podemos decir que, principalmente, solemos vincular ciertos tipos de alimentos a un estado emocional. Esto se conoce como alimentación emocional, lo que puede derivar en hambre emocional y puede suponer un autosabotaje a la hora de alimentarnos adecuadamente. Propongo sustituir la estrategia de comer algo rico, para sentirnos satisfechos y bien, por otra que no suponga auto-sabotearse.

También, sería un buen momento para identificar nuestras “creencias limitantes”. Para ello, debemos escuchar como nos hablamos. Por ejemplo, si nos decimos “nunca consigo comer bien”, “soy un desastre”, “siempre como lo que no debo”, quiere decir que nos estamos auto-saboteando, por lo que cambiar ese diálogo interno es necesario.

Por otro lado, tengamos en cuenta que, al llevar tiempo comiendo de una manera concreta, nuestro cerebro ha automatizado esa forma de comer. Crear nuevas redes sinápticas es algo que se hace aplicando la pausa (yendo despacio), dando atención. No siempre es perfecto al principio, pero con atención a lo que sentimos y a lo que hacemos, podremos conseguirlo. Para salir del “piloto automático” debemos ir despacio, respetándonos y queriéndonos en el proceso.

Sería interesante que los primeros y los últimos momentos del día los dediquemos a visualizarnos “comiendo bien”, ya que es una buena forma de enfocar nuestra mente en el objetivo y es que “hacia donde va nuestra atención va nuestra energía”.

Tengamos en cuenta que un plan nutricional adecuado no debe ser restrictivo ni supone, necesariamente, pasar hambre. Por ello, como dice el Dr. Ramón de Cangas, es importante que un plan nutricional sea personalizado y esté diseñado en base a nuestro organismo y circunstancias de vida (rutinas, actividad física, gustos gastronómicos, etc.). ¡Aprender a comer según nuestras necesidades actuales!

Y por esto mismo y, para terminar, ¡NO TE COMPARES, TÚ TIENES TU PROPIO RITMO!

Dr. Ramón de Cangas Morán – Roma Health Coach (Rocío M. López)

Bibliografía: “Microbiota y Alimentación Consciente”- Oberón 2022 – Dr. Ramón de Cangas y Roma Health Coach