Laura Jorge

Comer sano en verano

Laura Jorge

Comer sano en verano

15/06/2022

Comer sano en verano puede visualizarse para muchas personas como una partida de ajedrez donde, por ejemplo, tu mism@ estás frente al mismísimo Magnus Carlsen (por si no lo sabes es el campeón del mundo desde 2013), es decir, sería algo así como competir contra el mismísimo Goliat siendo tú David. Apostaría cualquier cosa en que si viéramos una película representando ambas situaciones no daríamos un duro por nosotros mismos, pero David sí que venció a Goliat, lo hizo porque encontró la forma y no se rindió por muchos golpes que se llevara. Seguramente se caería y volvería a empezar, lo cual quiere decir que su determinación y la razón, es decir, lo que obtuviera al vencer, tendría que ser algo verdaderamente valioso y por lo que merecía la pena seguir levantándose.

Como siempre digo “nunca digas que no eres capaz, si no que no has encontrado la forma de encontrar tu propio camino hacia la solución”. Por ello queremos decirte que comer de forma saludable en verano SÍ ES POSIBLE, que no es una panacea o algo para “unos cuantos afortunados con mucha fuerza de voluntad” y que, aunque tengas vacaciones y más vida social, piensa que estos días son muy concretos y no representan los 93 días que dura el verano. ¿Qué pueden ser 15-20 días? Aún nos quedan unos 70…

Más que pensar en el clásico “si quieres puedes” voy a ayudarte con una serie de consejos para animarte a encontrar soluciones a cuestiones del día a día que pueden hacer que puedas seguir las mismas directrices que tomas en tu día a día y darle continuidad a tu alimentación para que siga siendo saludable durante el verano. ¡Vamos allá!

  • En primer lugar, tienes que tener claro QUE QUIERES COMER SANO EN VERANO y desarrollar un plan para conseguirlo. ¿Por dónde empezar? Puedes ponerte como objetivos:
    • Consumir 3 raciones de fruta al día y 2 de verdura.
    • Encontrar nuevas recetas que te permitan comer de forma saludable y que incorporen aquellos alimentos que te cuesta más consumir, como esta receta de ensalada con Jamón Curado de Pavo Argal Oliving.
    • Evitar los alimentos que te hacen sentir pesado/a.
    • Disfrutar de la vida social, pero desde un punto de vista de mayor concienciación frente a la cantidad o calidad de lo que consumes.
  • Los días que estés en casa puedes marcarte una rutina, en la que, por ejemplo, puedas descansar, que incluya ejercicio, actividades que te gusten y que sean por y para ti, dedicarles tiempo a versiones de platos de los que estés aburrido/a, ya que esto te ayudará a que las aprendas y así durante la temporada no estival te resulten sencillas de preparar ¡no olvides que la variedad nos ayuda a comer sano!
  • Cuando estés fuera de casa, os recomendamos ser flexibles. En verano aumentan los eventos sociales, o quizás te vas una semana fuera y vas a hacer más comidas fuera de casa, por eso, es importante que intentes:
    • Tomar siempre una ración de verduras en tus comidas fuera de casa: ensaladas, verduras a la plancha, cremas frías… No hay razón para abandonar las verduras por muy verano que sea, además están fresquitas y nos hidratan.
    • Procura escoger segundos platos a la plancha, asados y con pocas salsas. Carne, marisco o pescado a la plancha o asados. Los platos combinados con verduras suelen ser buenas opciones. Por supuesto esto no quiere decir que no puedas disfrutar de otras ideas siempre y cuando quieras hacerlo.
    • Que la bebida de acompañamiento sea siempre agua, e intenta reducir lo máximo posible el alcohol, los refrescos y los zumos.
    • Entre horas consume fruta y frutos secos. Es cómodo llevar por ejemplo plátano, manzana, bolsita de frutos secos al natural o fruta deshidratada sin azúcar añadido.
    • Intenta no saltarte comidas para no llegar con hambre a las comidas principales.
    • Camina todo lo que puedas. Si estás visitando una ciudad nueva, por ejemplo, intenta ir andando a los sitios.
    • No pienses en compensar luego, ya que eso puede hacer que consumas más en esa comida e invita a la falta de control. La compensación no ayuda a la bajada de peso y tampoco al mantenimiento de buenos hábitos.
    • Come despacio y saborea los alimentos. Evita comer con ansiedad y mucho menos con culpa. El objetivo es hacerlo mejor que en veranos anteriores, no hacerlo perfecto. Sé flexible.

El verano está para disfrutar y para poder hacer todo aquello que durante el resto del año no podemos hacer. Quizás pensar o ver que la comida es un proceso de autocuidado más igual que ponerte crema bronceadora o escoger de una forma adecuada tu ropa te ayude a enfrentar este miedo al verano de una forma distinta.

Laura Jorge