Ana Azanza

Ayuno intermitente, ¿para qué sirve?

Ana Azanza

Ayuno intermitente, ¿para qué sirve?

27/07/2022

El ayuno intermitente está de moda y seguramente ya estés al tanto de lo que es, en qué consiste y cuáles son sus beneficios. Pero para los que no lo conocen todavía les ofrezco una breve pincelada.

Se llama ayuno intermitente al que se hace de forma repetida con una secuencia determinada. La más utilizada es la de 16/8, es decir, ayunar durante 16 horas cada día. Pero también hay de 12 o 18 horas.

Cuantas más horas de ayuno, más beneficios se obtienen. No se trata de hacer dieta, sino de comer solo en el espacio de unas horas determinadas cada día. El resto del tiempo solo se bebe agua.

¿Significa esto que se puede comer de todo sin restricciones? No exactamente. Si tu objetivo es adelgazar, entiendo que hay ciertos alimentos que debes moderar, incluso evitar, hasta conseguir tu objetivo. ¿Te imaginas abusar de helados y chucherías en esas horas de permiso? No tiene sentido.

Y ¿qué beneficios aporta esta práctica? En primer lugar el ayuno es un descanso que se le da al cuerpo y especialmente al aparato digestivo, que le viene de perlas para cargar pilas y recobrar energías permitiendo que otros órganos pueden repararse y limpiar los filtros.

El ayuno intermitente es también una herramienta muy útil para romper con la resistencia a la insulina, de la que hablaba en el anterior post. Ahora bien, este tipo de ayuno hay que comenzar después de una preparación previa a base de hidratar el cuerpo bebiendo mucha agua, así como de hacer una dieta baja en carbohidratos para limpiar de hongos el intestino y suplementada con minerales para corregir posibles déficits.

Es decir, que lo mejor es adelgazar primero, depurar el cuerpo, prepararlo y cuando veas que ya te está costando adelgazar más o que has alcanzado tu meta ideal, entonces empezar con el ayuno intermitente.
Hay quien prefiere no desayunar por no prescindir de la cena y quién pasa de cenar hasta alcanzar las 16 horas sin comer. Pero la mayoría de personas prefieren retrasar el desayuno unas horas y adelantar la cena. Cada cuál tiene sus horarios y limitaciones.

El caso es que en vez de tres comidas principales, se hacen dos o incluso solo una con algún tentempié. Este tipo de prácticas deben realizarse siempre con la supervisión de un profesional.