Ana Azanza

EVITAR LA RESISTENCIA A LA INSULINA A TODA COSTA

Ana Azanza

EVITAR LA RESISTENCIA A LA INSULINA A TODA COSTA

28/11/2022

La resistencia a la insulina es lo que conocemos como prediabetes o antesala de la diabetes.

Cuando la insulina está alta de forma permanente y la hiperglucemia no baja, ni tomando antidiabéticos orales, significa que las células de nuestro cuerpo se han cansado, que ya no responden porque están exhaustas, sin receptores que permitan penetrar a la glucosa hacia su interior.

El páncreas, como he dicho en otras ocasiones, insiste y se esfuerza en seguir segregando esta hormona, pero finalmente sucumbe y se agota. Es el momento de administrar insulina desde fuera.

Las dimensiones de la pandemia de la diabetes están adquiriendo unas cifras estratosféricas. Es una auténtica plaga que tenemos que combatir a toda costa por el bien de todos y de cada uno.

El gasto sanitario que conlleva esta enfermedad es colosal por su frecuencia y por todas las enfermedades y problemas que acarrea. Debemos concienciarnos aunque no sea agradable.

Los primeros síntomas: poliuria, polidipsia y polifagia, es decir: mucha orina, mucha sed y mucha hambre.

Con el tiempo, la hiperglucemia va afectando a los vasos sanguíneos y nervios y esto conlleva:

  • Ceguera
  • Pié diabético y amputaciones de piernas por necrosis por falta de riego. – Polineuropatías o alteraciones de los nervios y la sensibilidad.
  • Insuficiencia renal y diálisis.
  • Más posibilidades de tener un infarto, una ACV, un cáncer…

Habrá quien piense inocentemente, que esta enfermedad es hereditaria y que nada tiene que temer, pero en realidad esta enfermedad, la tipo 2, es ganada a pulso tras años de tener la glucosa y la insulina altas.

¿Cómo la podemos evitar? Fundamentalmente cuidando la alimentación y evitando el sedentarismo:

  • Dejando de comer alimentos con azúcar y grasas malas. Sobre todo, una alimentación llena de carbohidratos sin fibra y alto índice glucémico.
  • Consumiendo más aceite de oliva y grasas saludables como aguacates, la grasa del jamón, de la carne y el pescado graso, las aceitunas, et.
  • Consumir más fibra, especialmente de vegetales verdes que además te aportan magnesio y potasio para relajar tu ansiedad por el picoteo y lo dulce.
  • Haciendo suficiente ejercicio físico que active nuestro metabolismo y la circulación sanguínea.
  • Dejando de ser complacientes con nosotros mismos y poner más empeño en cuidarnos y abandonar malos hábitos.

Recuerda, hay que controlar los niveles de insulina basal y que no pase de 6. Y para ello puedes ir a hacerte esta prueba a un laboratorio clínico con la extracción de una muestra de sangre en ayunas.
¡Tú puedes! ¡Todos podemos!