La alimentación en el ejercicio físico

Un estilo de vida saludable incluye unos correctos hábitos de alimentación pero también la práctica de ejercicio físico, ya sea de moderada o de manera más intensa. En cualquier caso, la alimentación del deportista debe cubrir todas las necesidades nutricionales, tanto des del punto de vista energético cómo del funcional.

Los beneficios de practicar deporte

Los beneficios de hacer deporte son innumerables, vale la pena destacar la mejora de la forma física (de los músculos, la flexibilidad…), la mejora del humor y del ánimo. Además, hacer ejercicio supone incrementar el gasto de energía por lo que también es ideal para ayudar a mantener un peso adecuado.

La persona que hace deporte debe seguir una alimentación totalmente equilibrada y variada, en cantidad suficiente, tomando de todos los grupos de alimentos. Sabemos que alimentarse correctamente en la práctica deportiva: mejora el rendimiento, disminuye el cansancio y la fatiga e induce a una mejor recuperación.

La alimentación del deportista

Los alimentos feculentos o ricos en hidratos de carbono complejos, son nuestra principal fuente de energía de larga duración (pan, cereales, pasta, arroz, patata, legumbres… y sus derivados). Por ejemplo, es importante tomarlos en cantidad moderada antes del ejercicio, no salir a correr en ayunas. Los alimentos proteicos (carne, pescado, huevos…) aportan la energía necesaria en los ejercicios explosivos y ayudan a la recuperación del músculo después del esfuerzo, cantidades moderadas son suficientes, por ejemplo unas lonchas de Jamón Cocido Bonnatur en un desayuno completo son ideales.  También es importante una buena hidratación. No se debe esperar a tener sed para beber; se debe beber  antes, durante y después del esfuerzo, sobre todo si hace calor y el ejercicio es de larga duración. Finalmente y no menos importantes, la fruta, la verdura fresca y el aceite de oliva serán imprescindibles para el aporte de vitaminas, minerales, antioxidantes y de ácidos grasos esenciales.

Así que ya sabes: ¡ponte las zapatillas de deporte y sal de casa! Unos tres días por semana dedica 1 hora a hacer el deporte que ¡más te guste! Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.