Desterrando falsos mitos, hoy: “cenar engorda”, ¿es así?

Cenar melón con jamón[/caption]

Vivimos en un mundo tan comunicado y conectado, que ese torrente incesante de información, algunas veces  puede provocar más confusión y desinformación que ayudar a aclararnos; de aquí que poco a poco queremos ir explicando en diferentes post que hay de cierto o no en esos mitos alimentarios extendidos, muchos de ellos falsos… Una cuestión que mucha gente tiene en mente es: “cenar engorda” ¿mito o realidad? La respuesta a continuación.

Pues bien,según la OMS (Organización Mundial de la Salud) lo ideal es repartir los alimentos a lo largo del día en unas cinco comidas; dando prioridad a las tres principales (desayuno, comida y cena) que han de aportar un 25-30 % de la energía total necesaria, dejando un 15-20 % a las comidas complementarias (media mañana, media tarde) que nos ayudarán a completar y a equilibrar nuestra dieta. De esta manera damos energía y nutrientes de manera progresiva al organismo, para su mejor utilización y rendimiento.

Lo ideal, como dice el refrán es “desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo”, eso no significa no cenar nada. Esta distribución atiende al esquema acorde al Ritmo Circadiano (como te explicamos hace unas semanas pincha aquí) , en la que se sabe que por la mañana hasta medio día, ligado a la exposición a la luz solar, nuestro organismo está a pleno rendimiento. Pero hasta aquí, nadie habla de no cenar… ;-))

El “no cenar” se ha extendido seguramente  por la confusión del “cenar ligero”, y que la cena sea de fácil digestión o “ligera”,  no significa cenar muy poca cantidad o “ligero”.  Y desde luego, puede haber cenas de muy poca cantidad pero al mismo tiempo, muy contundentes y energéticas… Así que las cenas tienen que ser completas, balanceadas y  de fácil digestión, para facilitar la asimilación de nutrientes y así favorecer el descanso.  Organizar cenas saludables y equilibradas no tiene truco: incorpora una ración grande de vegetales (crudos o cocidos), una porción mediana de alimento proteico magro (carne, pescado, huevos, jamón cocido o pavo cocido Bonnatur de Argal) y una porción pequeña de alimentos feculentos (como la pasta, el arroz, la patata, el pan o las legumbres), y a modo de postre una pieza de fruta o un yogur.  Si lo haces así, podemos afirmar que no! ¡Cenar no engorda! Son las dietas poco equilibradas lo que hace que engordemos.

La cena es la última comida del día y no por ello debe ser la menos importante. Debemos preparar al organismo para muchas horas en ayunas, y aunque estemos durmiendo, nuestro organismo utiliza energía, así que es imprescindible darle combustible también.  De aquí que desayunar también es muy importante, para recuperar esa energía que necesitamos para un día de máximo rendimiento.